Guía de las denominaciones de origen del Aceite de Oliva en España

por Jerónimo Palacios
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    El aceite de oliva virgen extra es uno de los productos más emblemáticos y valorados de la gastronomía española. Gran parte de su prestigio internacional reside en las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), figuras que garantizan su calidad y autenticidad.

    En Europa existen 113 denominaciones de origen para el Aceite de Oliva Virgen Extra, de las cuales 30 se encuentran en España. 

    Sello europeo de denominación de origenSello europeo de indicación geográfica protegida

    ¿Qué son las Denominaciones de Origen Protegido (DOP)?

    Las DOP reconocen aceites cuya producción, elaboración y características están directamente ligadas a una zona geográfica concreta. España cuenta actualmente con 30 DOP de aceite de oliva virgen extra, destacando especialmente las regiones de Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha.

    Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de DOP, destacando entre ellas la DOP Priego de Córdoba, conocida por aceites elaborados principalmente con variedades Picudo, Picual y Hojiblanca, caracterizados por aromas frutados intensos y equilibradas notas amargas y picantes. Muchos de ellos son de cosecha temprana.

    Otra denominación notable es la DOP Sierra Mágina, ubicada en Jaén, especializada principalmente en aceites monovarietales Picual, intensos en sabor y muy ricos en antioxidantes.

    En Cataluña, la DOP Les Garrigues, situada en Lleida, fue la primera denominación de origen del país reconocida para aceite de oliva. Sus aceites, predominantemente Arbequina, son muy apreciados por su suavidad, dulzura y ligeras notas frutales, siendo ideales para platos delicados y repostería.

    Otra denominación catalana destacable es Siurana, que protege aceites producidos en Tarragona, elaborados también principalmente con Arbequina, pero con ligeras diferencias sensoriales derivadas del clima y suelo específicos de esta región.

    Castilla-La Mancha, por su parte, cuenta con la DOP Montes de Toledo, que protege exclusivamente aceites de la variedad Cornicabra. Este aceite es reconocido por su sabor frutado medio-alto, persistente, con un equilibrio excepcional entre amargor y picante, aportando estabilidad y larga conservación.

    También destaca la DOP Campo de Montiel, que ampara aceites principalmente Picual y Cornicabra, con perfiles organolépticos intensos y equilibrados.

    Extremadura cuenta con la DOP Gata-Hurdes, que protege aceites elaborados en el norte cacereño con variedades autóctonas como la Manzanilla Cacereña, ofreciendo un aceite suave, equilibrado, con notas de manzana verde y un ligero toque dulce. Esta denominación destaca por conservar prácticas agrícolas tradicionales y sostenibles.

    Botella especial de la denominación de origen protegido de Sierra Mágina

    ¿Que son las indicaciones geográficas protegidas?

    Las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), aunque menos numerosas, también juegan un papel importante en la certificación de calidad y origen de aceites de oliva virgen extra en España.

    Entre ellas destaca la IGP Aceite de Jaén, que ampara aceites producidos en toda la provincia de Jaén, principalmente de variedad Picual, aunque admite otras variedades locales como la Royal, Manzanilla o Arbequina. Estos aceites se caracterizan por su alta estabilidad y riqueza en antioxidantes naturales.

    Otra IGP destacada es Oli d'Eivissa/Aceite de Ibiza, que protege aceites elaborados en esta isla balear, principalmente con variedades Arbequina, Picual y Koroneiki. Estos aceites presentan perfiles sensoriales suaves, equilibrados y con matices frutados característicos del clima mediterráneo insular.

    El valor tras las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas

    Estas figuras de calidad tienen un impacto positivo no solo en la percepción del consumidor, sino también en el desarrollo económico y medioambiental de sus respectivas regiones. Las DOP e IGP fomentan prácticas agrícolas tradicionales y sostenibles, contribuyendo a la conservación del paisaje, la biodiversidad y las culturas locales.

    Para el consumidor, adquirir aceites con certificación DOP o IGP es garantía de calidad, autenticidad y transparencia. Las etiquetas proporcionan información esencial como la variedad de aceituna, la zona geográfica específica y métodos de producción empleados, ayudando a tomar decisiones informadas.

    Además, las denominaciones e indicaciones geográficas potencian el turismo gastronómico, ofreciendo experiencias únicas relacionadas con la cultura oleícola local.

    Cada región, mediante eventos, rutas gastronómicas y catas dirigidas, busca difundir el conocimiento sobre el aceite de oliva virgen extra y destacar sus peculiaridades y beneficios para la salud.

    Las DOP e IGP desempeñan un papel clave en preservar la riqueza, diversidad y calidad excepcional del aceite de oliva virgen extra español. Apoyar productos certificados no solo asegura beneficios gastronómicos y saludables, sino también contribuye a mantener vivas las tradiciones agrícolas que hacen único al sector oleícola español.

    Mapa de denominaciones de origen en el Orden Mundial